Estoy seguro que aquellos que hemos pasado grandes ratos con las diferentes series de Star Trek hemos pensado, todos en algún momento, «sería genial poder tener una especie de simulador de puente de nave estelar, con sus estaciones totalmente funcionales, donde poder jugar aventuras con nuestros amigos, como un gran videojuego». Quizás para algunos sería la atracción ideal para un parque temático, para otros un espacio de ensueño a construir en el sótano.
Pues ahora es posible. Una de las incontables personas que de jovencito incurrió en la mencionada fantasía, un tal Thomas Robertson, años más tarde se dedicó profesionalmente al mundo del videojuego, donde un buen día recordó la idea de su «yo» más joven, y dijo ¿por qué no?
Un videojuego cooperativo
Artemis Space Bridge Simulator (ASBS a partir de aquí) es un videojuego multijugador cooperativo en el que se reproduce el puente de una nave de Star Trek. Varios ordenadores se ubican en una misma sala y se conectan en red entre ellos, formando «el puente», con las estaciones de Timón, Armas, Ciencia, Ingeniería y Comunicaciones, además del Capitán, que por defecto no tiene ordenador, sino que debe liderar y coordinar al resto. Así, hasta 6 jugadores pueden participar en una nave de ASBS, 5 manejando las mencionadas estaciones, más el capitán. Esta configuración requiere 6 ordenadores, de los que 5 forman las estaciones, y el sexto actúa como servidor de la partida, siendo su pantalla la «pantalla principal» del puente.
¿Y qué hacen los jugadores? A nivel general, el juego está bastante orientado al combate contra otras naves, pero no se restringe únicamente a ese ámbito. Se pueden jugar misiones puramente de combate, pero también se están las misiones «guionizadas» en las que las tareas a desarrollar son más complejas, que pueden ir desde un «escanear unas nebulosas mientras mantienes los enemigos a raya» hasta misiones «peliculeras», con personajes, giros de guión y misterios a descubrir.
A nivel individual, los jugadores manejan las estaciones. El timonel se encarga de pilotar la nave y usar los motores de impulso y warp, el artillero se encarga de cargar y apuntar las armas y levantar los escudos, el oficial científico maneja los sensores y ofrece información útil sobre el resto de naves (amigas y enemigas), el ingeniero asigna energía a los sistemas según convenga y gestiona el control de daños, y el oficial de comunicaciones comunica con otras naves (para bien y para mal) y obtiene información útil. Así, cada jugador tiene su pequeño videojuego correspondiente a su estación, con sus tareas y sus retos.
Es Star Trek, y no lo es.
Otro aspecto a remarcar es que el juego no está ambientado en el universo de Star Trek, a pesar de estar muy inspirado en él. Aunque la idea original nace del puente del Enterprise, el autor no posee los derechos para usar la marca Star Trek, así que el juego transcurre en un universo distinto, en que los tripulantes son oficiales de la «Terran Stellar Navy», la flota estelar de los «United Space Faring Planets» (literalmente, los «planetas que viajan por el espacio unidos»), y surcan el espacio donde pueden encontrar naves de los Kraliens, los Arvonians, los Torgoth, los Skaraan, y otros. Este elemento no le resta valor al juego, y de hecho le da más libertad creativa al autor (por ejemplo, permitiendo armar las naves con varios tipos de misiles de diferentes efectos, y no solo con torpedos de fotones).
Hasta aquí, nada que ustedes no hayan podido encontrar en la web del juego, sus manuales y wikis. Dicho esto, hemos probado el juego. Nos reunimos una tarde, conectamos los ordenadores, y jugamos. A partir de aquí, nuestro comentario.
Este juego mola mazo
Como preludio, un comentario sobre la parte técnica: Sencillisima. Yo temía que conectar todos los ordenadores y que funcionaran bien sería problemático, pero no. Los conectamos todos a la misma wifi, arrancamos el programa y seleccionamos el ordenador que debe actuar de servidor… y el resto va casi solo. Insisto, a la primera y muy simple. El juego está disponible para PC y también para iOS y Android, con lo que podéis utilizar tabletas táctiles como estaciones.
Sobre el juego en si, empezaré por la conclusión: Es muy divertido. Permite reproducir las dinámicas del puente de una nave estelar, donde todos los tripulantes pintan algo, y sin proponernoslo demasiado podemos encontrarnos en una escena peliculera rollo…
Capitán: «Ingeniero, necesitamos velocidad warp o estamos fritos»
Ingeniero: «Le estoy asignando todos los equipos de control de daños, pero aún tardarán en repararlo»
[Impacto de dos proyectiles enemigos]
Armas: ¡Escudo frontal al 15 %! Les sigo disparando con los rayos, pero no aguantaremos mucho dándoles la cara.
Ciencia: Ajuste los rayos a frecuencia Beta, es la más débil del escudo de ese acorazado.
Comunicaciones: El acorazado Kralien nos ordena que nos rindamos.
Capitán: Armas, ¿Qué misiles nos quedan?
Armas: Nada, solo dos minas. Puedo producir torpedos guiados, pero vamos muy justos de energía y de tiempo…
Capitán: De acuerdo, vamos allá. Necesitamos ganar tiempo para reparar el motor warp. Armas, cargue las minas en los tubos. Timón, tome rumbo dos-cuatro-cero y meta la nave entre esos asteroides, intentaremos esquivar a los Kralien allí. Ingeniería, necesitaremos toda la potencia posible en los motores de impulso y de maniobra.
Armas, Timón e Ingenieria: ¡Recibido!
Capitán: Armas, cuando las minas estén cargadas, suéltelas en dirección a los Kralien, no espere mi orden. Comunicaciones, contacte con el acorazado Kralien y provoque al capitán. Si le cabreamos los suficiente puede que nos persiga sin pensar demasiado en esas dos minas nucleares que tendrá en su camino…
Este dialogo es perfectamente posible en el juego. Y ahí está su grandeza, experimentar el reto y la tensión juntos. Como simulador de combate espacial en si mismo, ASBS no es nada del otro mundo, pero lo realmente importante es el aspecto multijugador cooperativo que permite vivir aventuras con los amigos allí reunidos, jugando una simulación en la que cada uno debe desempeñar su función y hacerlo bien para que la nave triunfe en su misión y vuelva a casa entera.
Sencillo y fácil de aprender
Otro aspecto a remarcar es su sencillez. A nivel de jugabilidad, los controles de cada estación son muy fáciles de aprender. Con leerse las 2 o 3 páginas del manual que corresponden a cada estación (y son muy poco densas en texto) en 10 minutos uno puede manejar sin problemas su estación, y con un rato de práctica ya lo tiene dominado. Así, la curva de aprendizaje es muy corta, permitiendo ponerse a jugar «de verdad» muy rápidamente.
A otro nivel, esta sencillez se encuentra también en el interfaz gráfico. Los controles y representaciones en cada estación son muy simples y esquemáticos, lo que facilita su uso y en cierto modo le añade realismo al juego. De hecho, la representación 3D de la nave viajando en el espacio y de las otras naves que se encuentra solo se ve en la pantalla principal. Gracias a su simplicidad gráfica el juego no requiere ordenadores de grandes prestaciones (así, uno de los portátiles que utilizamos para jugar tiene 8 años, y otro, 7 años), lo cual es de agradecer.
Una vez probado, las estaciones están más equilibradas de lo que parece, todos tienen algo que hacer. La estación de Comunicaciones es la que parece más descolgada, pero aún así tiene su trabajo, guiando las naves civiles desarmadas que aparezcan, conectando con las estaciones espaciales para encargar que preparen «los boxes» para cuando la nave vuelva a recargar. Además, en las misiones guionizadas es una estación muy importante, pues a través de ella fluye la información esencial para la misión.
Por otra parte, a todo esto hay que añadir las posibilidades multi-nave. Cada servidor de ASBS, a partir de la versión 2.0 del juego, admite hasta 48 ordenadores conectados. ¿No habíamos quedado en que cada nave son 6 ordenadores? Pues sí, se pueden conectar distintas naves tripuladas por jugadores, hasta 8 naves en un servidor, y jugar ya sea en modo cooperativo, ya sea en modo de combate de unos contra otros. Las dos posibilidades nos parecen geniales para montar quedadas.
Conclusiones
Y si hay que buscarle pegas… En las primeras versiones de Artemis las naves se desplazaban solo en 2 dimensiones, moviéndose todas en un único plano en el espacio, como si fueran barcos. Imagino que el autor optó por esto porqué le simplificaba mucho tanto la creación del juego como los interfaces gráficos de las estaciones de la nave, y al fin y al cabo, lo importante era la dinámica multijugador. Aún así, la versión 2.0 del juego introdujo la 3a dimensión…. limitadamente. Ahora las naves se desplazan en un «plano grueso», es decir, tienen un eje de altura limitado en el que pueden moverse, pero sin pasar de una determinada altura por arriba o por abajo. Uno de nuestros playtesters ocurrentemente lo bautizó «modo 2,5D», y en cualquier caso decepciona un poco que en el juego no exista un verdadero desplazamiento tridimensional. Por otra parte, parece que de momento no existen traducciones del juego, así que hay que apañárselas en inglés.
Para terminar, Artemis Spaceship Bridge Simulator es un videojuego divertido, 100% recomendable a los fans de ciencia ficción que se han quedado con ganas de pilotar su nave espacial (o sea, casi todos). No es un juego para pegarse grandes viciadas, pero si para quedar de vez en cuando, y pasar la tarde en compañía de los amigos, tripulando juntos una nave espacial y llegando donde ningún hombre ha llegado antes. La bebida fría es opcional, pero muy recomendable.
Podéis adquirir el videojuego y/o obtener más información en su página web oficial.